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Venezuela denuncia el secuestro de un tercer buque petrolero por parte de Estados Unidos

  • Foto del escritor: Ambito Tucumano
    Ambito Tucumano
  • hace 13 minutos
  • 3 Min. de lectura

El gobierno de Caracas calificó la intercepción como un "grave acto de piratería" y anunció que llevará el caso ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Washington justificó la acción como parte de una operación contra el tráfico ilícito de petróleo sancionado.

Venezuela denuncia el secuestro de un tercer buque petrolero por parte de Estados Unidos

Un nuevo incidente en aguas internacionales ha tensado al máximo la ya deteriorada relación entre Venezuela y Estados Unidos. El gobierno de Nicolás Maduro denunció este lunes el "robo y secuestro" de un tercer buque petrolero que transportaba crudo venezolano, acusando directamente a efectivos militares estadounidenses de ejecutar una intercepción que derivó en la "desaparición forzada" de su tripulación. Por su parte, Washington confirmó la detención del barco, argumentando que formaba parte de un "movimiento ilícito de petróleo sancionado" vinculado al financiamiento del narcoterrorismo.

La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, difundió un contundente comunicado en el que calificó el hecho como un "grave acto de piratería" y una violación flagrante de la Carta de las Naciones Unidas y la Convención de Ginebra sobre la Alta Mar. Caracas aseguró que el operativo responde a un "modelo colonialista" de Washington y anticipó que ejercerá "todas las acciones correspondientes", incluyendo denuncias ante el Consejo de Seguridad de la ONU y gestiones diplomáticas ante otros gobiernos. "Los responsables responderán ante la justicia y la historia", advirtió el texto oficial.

La justificación de Washington y la "Operación Lanza del Sur"

Desde Estados Unidos, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, confirmó la detención de un petrolero que había operado recientemente en Venezuela. En declaraciones que fueron inmediatamente rechazadas por Caracas, Noem afirmó que la Guardia Costera actuó con apoyo del Departamento de Guerra para frenar un "movimiento ilícito de petróleo sancionado". El secretario de Guerra, Pete Hegseth, precisó que la acción se enmarca en la denominada "Operación Lanza del Sur", una iniciativa destinada a desarticular redes criminales vinculadas al tráfico ilícito en la región.

Esta no es la primera vez que ocurre un incidente de esta naturaleza. En los últimos meses, Venezuela ya había denunciado la incautación de otros dos buques petroleros por parte de Estados Unidos, lo que configura un patrón de acciones que Caracas considera un asedio económico y una violación de su soberanía. El gobierno de Maduro insiste en que continuará con el desarrollo de su industria de hidrocarburos "de manera independiente y soberana", pese al bloqueo financiero y las sanciones impuestas por Washington.

Un conflicto con ramificaciones internacionales

El incidente trasciende la disputa unilateral de Estados Unidos y tiene el potencial de escalar en foros multilaterales. La decisión de Venezuela de llevar el caso ante el Consejo de Seguridad de la ONU pondrá a prueba la dinámica geopolítica en el organismo, donde Rusia y China, aliados de Caracas, podrían enfrentarse a Estados Unidos y sus socios occidentales. La retórica utilizada por ambas partes –"piratería" versus "combate al narcoterrorismo"– refleja la profundidad de la brecha y la dificultad para encontrar puntos de entendimiento.

Este nuevo capítulo de tensión ocurre en un contexto regional complejo, donde la administración estadounidense ha mantenido una política de máxima presión contra el gobierno de Maduro, mientras que otros países latinoamericanos observan con preocupación el riesgo de una escalada militar. El secuestro denunciado del tercer buque petrolero no sólo agrava la crisis diplomática, sino que también podría tener repercusiones en los mercados energéticos y en la estabilidad del Caribe y el Atlántico occidental.

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