Derrota de Milei en Corrientes: Valdés ganó en primera vuelta y La Libertad Avanza queda cuarto con sólo 10%
- Ambito Tucumano
- hace 3 horas
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El oficialismo nacional sufrió un revés electoral en medio del escándalo de coimas: su candidato solo obtuvo el 10% de los votos, mientras el radicalismo, oficialista en la provincia, retuvo el mandato.

En una noche de fuertes revelaciones políticas, Juan Pablo Valdés se impuso como nuevo gobernador de Corrientes con el 51.6% de los votos, evitando así el balotaje y consolidando el poder del radicalismo en la provincia. Pero la verdadera noticia fue el pésimo desempeño de La Libertad Avanza, que con su candidato Lisandro Almirón apenas arañó el 10% de los sufragios, quedando en un lejano cuarto lugar. El resultado representa un duro golpe para la estrategia de "candidaturas puras" impulsada por Karina Milei y Eduardo "Lule" Menem, y llega en el peor momento posible para el gobierno nacional, inmerso en el escándalo de presuntas coimas en la ANDIS.
El escrutinio transcurrió entre denuncias de falta de transparencia y demoras inexplicables. Recién a las 22 horas, con apenas el 11% de las mesas escrutadas, se confirmó la ventaja de Valdés. La oposición cuestionó duramente que la empresa encargada de la transmisión de datos fuera Telco, compañía dirigida por Manuel Valdés, hermano del gobernador saliente y del candidato oficialista. Martín Ascúa, el candidato peronista que quedó segundo con 19.72%, advirtió sobre "la fragilidad del sistema", mientras el libertario Almirón señaló: "Cambiaron la empresa de correo, cambiaron la empresa de la transmisión de los datos porque el titular es el hermano del gobernador, lo que genera sospechas" .
El fracaso de la estrategia libertaria

La derrota de La Libertad Avanza en Corrientes no fue casual. Representa el colapso de una estrategia diseñada por Karina Milei y Lule Menem, quienes insistieron en presentar un candidato propio en lugar de aliarse con el oficialismo radical que gobierna la provincia desde hace años. Esta decisión, tomada desde Buenos Aires, ignoró por completo la realidad política local y terminó con un resultado catastrófico: el espacio libertario perdió 25 puntos porcentuales respecto de la elección anterior. El mal desempeño se atribuye tanto al escándalo de corrupción que involucra a los operadores nacionales del partido como a la insistencia en imponer candidatos sin arraigo local.
El triunfo de Valdés consolida el poder de Provincias Unidas, el espacio lanzado por los gobernadores de Córdoba, Chubut, Santa Cruz y Santa Fe que se plantea como "oposición" a Milei en el Congreso. Gustavo Valdés, el gobernador saliente, oficializó en el cierre de campaña su adhesión a este bloque, que promete convertirse en alternativa de gobierno hacia 2027. Desde ahora, el oficialismo nacional tendrá que negociar con un radicalismo fortalecido y abiertamente opositor, que controla una de las provincias clave del NEA .
Mirando hacia Buenos Aires: la próxima batalla
La atención ahora se vuelve hacia la elección bonaerense del próximo domingo, donde el oficialismo enfrenta otro desafío crucial. Las encuestas internas del gobierno ya anticipan un desempeño pobre, lo que aumenta la presión sobre Karina Milei y Lule Menem, cuyas estrategias están bajo fuego cruzado. El presidente Milei intentará cerrar campaña en Moreno esta semana antes de viajar a Estados Unidos para reunirse con empresarios, pero regresará para el día de la elección. El mal resultado en Corrientes, sumado al escándalo ANDIS, configura un escenario complejo para el oficialismo en la provincia más grande del país.
Un golpe al corazón del proyecto mileista
La elección correntina deja en evidencia la desconexión entre la dirigencia nacional libertaria y las realidades provinciales. La insistencia en candidatear a figures sin trayectoria local, sumada al desgaste por los escándalos de corrupción, resultó en una derrota estridente. Para un gobierno que llegó al poder prometiendo terminar con "la casta", quedar cuarto en una provincia donde el radicalismo gobernó durante décadas representa una ironía difícil de digerir. El resultado anticipa una reconfiguración del mapa político argentino, donde los gobernadores opositores ganan fuerza y el oficialismo nacional ve reducirse dramáticamente su margen de maniobra.
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