Campodónico admitió que la derrota con Arsenal "fue un golpe duro"

El entrenador del Santo reconoció el impacto anímico que sufrió el equipo tras caer 3-0 con el último de la tabla. San Martín mantiene esperanzas matemáticas, pero la realidad muestra un equipo lejos de la pelea por el ascenso.

La situación en San Martín de Tucumán alcanzó niveles críticos tras la humillante derrota por 3-0 ante Arsenal, el hasta entonces colista de la Zona A de la Primera Nacional, un resultado que dejó al descubierto la profunda crisis institucional y futbolística que atraviesa el club. En conferencia de prensa, el entrenador Mariano Campodónico realizó una confesión que encendió todas las alarmas: "Fue un golpe duro que no lo esperábamos. Cuando nos convierten, nos cuesta en lo anímico y en la confianza. Estamos trabajando en eso" . El DT, que llegó para revertir la mala racha, no ha podido cambiar la cara de un equipo que acumula apenas una victoria en sus últimos seis partidos.

La caída libre de un equipo que fue puntero

El presente contrasta dramáticamente con el inicio de temporada del Santo. El equipo que supo mantenerse invicto durante casi medio año, que recibía muy pocos goles y ganaba consistentemente de visitante, hoy muestra una fragilidad alarmante. Desde aquella primera derrota del año ante Atlanta, el rendimiento fue en picada hasta precipitar la salida del anterior DT, Martos, cuando el equipo todavía lideraba la zona. La llegada de Campodónico lejos estuvo de mejorar la situación: bajo su dirección, el Santo acumula tres derrotas, dos empates y apenas una victoria, alejándose de la cima hasta hacerla parecer inalcanzable.

El partido que desnudó todas las debilidades

La goleada ante Arsenal fue especialmente reveladora. Campodónico reconoció que "veníamos de buenos rendimientos contra Deportivo Maipú y All Boys, pero después del primer gol de Arsenal el equipo sintió el impacto y nos costó mucho". Lo cierto es que el equipo mostró una vulnerabilidad psicológica preocupante: tras el primer gol en contra, se derrumbó por completo, repitiendo un patrón visto en otros partidos clave donde las derrotas ante Madryn (el líder) y Arsenal (el colista) estuvieron decididas antes del entretiempo.

Las esperanzas matemáticas vs. la realidad futbolística

Frente a la crudeza de los resultados, Campodónico intenta mantener vivo un optimismo que suena cada vez más forzado: "Mientras los números nos den, vamos a ilusionarnos con alcanzar a Madryn". Si bien es estrictamente cierto que el Santo todavía tiene chances matemáticas de ser primero, la realidad futbolística las desmiente categóricamente: ¿cómo hace un equipo que ha ganado apenas cuatro partidos de los últimos 17 para alcanzar a uno que ha ganado 10 y solo perdido uno en el mismo periodo? La pregunta queda flotando en el aire, sin respuesta convincente.

El próximo desafío: Colegiales, otra prueba de fuego

La crisis no da tregua para el Santo. Este viernes a las 19:00 deberá visitar a Colegiales en Vicente López, un equipo sin historia en la categoría pero que a esta altura se presenta tan complicado como cualquier otro para este San Martín desmoronado. Campodónico anticipó: "Va a ser un partido durísimo, en una cancha chica, contra un rival fuerte atrás, que juega de contra y aprovecha mucho la pelota parada". Las declaraciones suenan a preámbulo de justificaciones, en un equipo que necesita urgentemente resultados y no más explicaciones.

La confesión de Campodónico -"no lo esperábamos"- revela una preocupación mayor: el cuerpo técnico parece haber perdido la capacidad de diagnóstico del equipo. Que una derrota ante el último clasificado sorprenda al DT sugiere una desconexión con la realidad actual del plantel. La hinchada, que hasta hace poco meses celebraba el liderato, ahora responde con cánticos contra los jugadores ("manchan la historia") y la dirigencia ("que se vayan todos"). Con solo 8 fechas por jugarse, el Santo parece condenado a otra temporada de promesas incumplidas, lejos de aquel equipo sólido que ilusionaba con el regreso a la Primera División.