Francos defiende el modelo Milei en el Senado
- Ambito Tucumano
- 26 jun
- 3 Min. de lectura
El jefe de Gabinete se encuentra en el recinto en medio de una agenda afectada por la condena a la expresidenta y el veto a la declaración de emergencia a Bahía Blanca.

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, enfrentó este miércoles el desafío de defender la gestión de Javier Milei ante un Senado cargado de tensiones. Con 926 preguntas acumuladas –el 62% provenientes del bloque peronista–, su exposición se desarrolló bajo la sombra de dos hechos explosivos: la condena a Cristina Kirchner y el veto presidencial a la emergencia en Bahía Blanca. En un recinto donde "el clima es de máxima tensión", según describió el senador Luis Juez, Francos esbozó un relato de transformación económica mientras afuera, universidades y sindicatos protestaban contra el ajuste.
El núcleo de su defensa giró en torno a tres pilares: la drástica reducción de la inflación –que en mayo registró 2.1%, "la cifra más baja desde 2017"–, la supuesta salida de 7 millones de argentinos de la pobreza en el último año, y una mejora salarial que, según sus cifras, habría superado la inflación en 29.8% en los últimos doce meses. "Argentina transita un camino de transformaciones profundas", insistió, atribuyendo los avances al desmantelamiento del cepo cambiario y los controles de precios. Pero detrás de los números, emergieron contradicciones inquietantes: omitió mencionar que la recaudación tributaria real cayó 18% interanual en mayo, con impuestos al consumo y salarios representando el 80% de los ingresos estatales, señal de la presión sobre los sectores populares.
La sesión se convirtió en termómetro de las fracturas políticas. Mientras Francos hablaba, senadores kirchneristas presentaron un pedido formal al TOF 2 para visitar a Cristina Kirchner sin restricciones, utilizando el espacio para denunciar "persecución judicial". En paralelo, la oposición arremetió contra el veto a la emergencia en Bahía Blanca, calificándolo de "insensible" frente a la crisis humanitaria que vive la ciudad tras los tornados. El propio Francos admitió un agujero negro institucional: 330 vacantes judiciales sin cubrir (31.25% del total), incluidas dos bancas clave en la Corte Suprema, que paralizan reformas urgentes. Cuando senadores preguntaron por el escándalo de la criptomoneda $Libra, el jefe de Gabinete eludió precisiones, remitiendo a versiones taquigráficas anteriores.
Fuera del recinto, la realidad desafiaba el discurso oficial. Universidades públicas iniciaron un paro de 48 horas contra los recortes, mientras empleados estatales preparaban protestas por la eliminación del asueto del 27 de junio. En un guiño de realismo, Francos lanzó una advertencia sobre el proyecto de aumento jubilatorio aprobado en Diputados: su implementación costaría 0.8% del PBI y exponía la crisis previsional al revelar que hay 4.1 millones de jubilados con moratoria versus 1.8 millones sin ella.
El telón de fondo es electoral. Mientras Francos respondía interrogantes, el presidente Milei arremetía contra gobernadores por "faltar el respeto a la sociedad" al incumplir el Pacto de Mayo, y anunciaba un "batacazo" en las elecciones bonaerenses de septiembre. En un movimiento paralelo, Mauricio Macri reaparecía en Corrientes junto al gobernador Gustavo Valdés, distanciándose de la fallida negociación con La Libertad Avanza en Provincia de Buenos Aires. Su comentario sobre CFK –"si no hacés las cosas bien, pagás las consecuencias"– delataba las fisuras en la oposición no kirchnerista.
Al finalizar su exposición, Francos dejó una pregunta flotando en el aire senatorial: ¿Podrá el gobierno convertir estabilidad macroeconómica en apoyo político? Por ahora, los únicos números incontestables son los 926 cuestionamientos pendientes que deberá responder por escrito, prueba tangible de que la batalla por la narrativa del "cambio profundo" está lejos de ganarse.
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