El consumo no levanta cabeza: las ventas del Día de la Madre cayeron 3,5%

Pese a los descuentos y promociones, el poder adquisitivo de las familias no logró reactivarse. El ticket promedio cayó 16,7% en términos reales, reflejando un gasto más austero y planificado.

El Día de la Madre, tradicionalmente una de las fechas comerciales más importantes del año, no logró impulsar el consumo minorista. Las ventas en comercios pyme registraron una caída del 3,5% en términos reales respecto al mismo período de 2024, marcando el cuarto descenso interanual consecutivo para esta celebración, según informó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

El dato más alarmante surge al analizar el ticket promedio. Aunque nominalmente aumentó un 9,8% hasta los $37.124, al descontar el efecto de la inflación, la variación real fue negativa en un 16,7%. Esto significa que, en promedio, las familias destinaron significativamente menos dinero que el año anterior para los regalos, priorizando productos de menor valor y mostrando un comportamiento de compra más austero y planificado.

La estrategia comercial masiva de descuentos y promociones no alcanzó para revertir la tendencia. El 83,5% de los comercios implementó ofertas, reintegros bancarios y cuotas sin interés, pero estos estímulos no se tradujeron en un aumento del consumo efectivo. El 35% de los locales reportó ventas por debajo de lo esperado, mientras que solo el 23% superó sus previsiones.

Desempeño dispar por rubros

El análisis por categorías revela un panorama heterogéneo, aunque mayoritariamente negativo:

• Tecnología fue la excepción, con un crecimiento del 15,7% impulsado por el recambio de dispositivos y las facilidades de pago.

• Electrodomésticos y artículos para el hogar cayeron un 8,4%, evidenciando la postergación en la compra de bienes durables.

• Indumentaria retrocedió un 5,3%, a pesar de las ofertas.

• Cosmética y perfumería registró la caída más pronunciada, con un retroceso del 24,2%.

El resultado confirma la profunda restricción que enfrenta el consumo interno, donde la pérdida de poder adquisitivo continúa siendo el factor determinante en las decisiones de gasto de los hogares argentinos.