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La CGT estrena conducción con un mandato claro: resistir la reforma laboral de Milei

  • Foto del escritor: Ambito Tucumano
    Ambito Tucumano
  • hace 5 horas
  • 2 Min. de lectura

Argüello, Jerónimo y Sola liderarán la central obrera hasta 2029. Enfrentados al proyecto oficial que busca precarizar el empleo, prometen unidad y defensa de los derechos adquiridos.

La CGT estrena conducción con un mandato claro: resistir la reforma laboral de Milei

La Central General de los Trabajadores (CGT) tiene nueva conducción. Tras un congreso marcado por intensas negociaciones, Octavio Argüello (camioneros), Cristian Jerónimo (vidrio) y Jorge Sola (seguros) fueron ratificados como los nuevos secretarios generales en un triunvirato que gobernará la central hasta 2029. El resultado, avalado por 1604 votos a favor y apenas 35 en blanco, consolida al sector más dialoguista al mando de la organización.

El desafío que enfrenta el nuevo consejo directivo es monumental. Su mandato estará signado por el conflicto con el gobierno de Javier Milei, que ha anunciado una reforma laboral que, según la central, busca "la precarización del empleo, la destrucción de los derechos de los trabajadores y el fin de los sindicatos". Desde el escenario, los triunviros lanzaron duras advertencias. "Con los trabajadores no se jode. Estamos unidos para enfrentar cualquier situación que nos quiera llevar a que nos quiten los derechos”, afirmó Argüello. Jorge Sola, por su parte, sentenció: "La CGT no va a permitir, ni va a retroceder un solo paso en las conquistas y los derechos adquiridos".

El pulso interno: dialoguistas versus combativos

La aparente unidad final escondió una tensa puja interna. La discusión no solo fue sobre la continuidad del triunvirato –que se impuso sobre la propuesta de retornar al unicato–, sino también sobre el perfil que adoptaría la central. El sector denominado "combativo", encabezado por gremios como la UOM y Smata, que promovían una línea más dura de confrontación, no logró imponer su programa de acción ni acceder a las secretarías estratégicas.

Estas quedaron en manos del ala dialoguista. Andrés Rodríguez (UPCN) mantendrá la Secretaría Adjunta, Gerardo Martínez (Uocra) las Relaciones Internacionales y Héctor Daer (sanidad) se quedó con la clave de Interior, que maneja la relación con las regionales. Abel Furlán (UOM), uno de los impulsores del ala más combativa, declinó ocupar la Secretaría Gremial, que fue asignada a un subalterno. Esta distribución refleja el triunfo político de la estrategia de negociación por sobre la de confrontación directa.

Unidad y un mensaje al gobierno

A pesar de las diferencias, la CGT cerró el congreso mostrando un frente unido. El documento final fue contundente al rechazar la reforma laboral, a la que acusó de "atentar contra el necesario equilibrio entre el capital y el trabajo". No obstante, la central no se limitó a un simple rechazo. Dejó una puerta abierta al diálogo, afirmando que "no elude discutir la actualización de las relaciones laborales", pero exigió al gobierno que habilite un "espacio adecuado de diálogo social no excluyente" donde se respeten por igual los intereses de empresarios y trabajadores.

Con una conducción consolidada y un mandato claro, la CGT se prepara para los dos años que restan de gobierno de Milei. El desarrollo de la contienda por la reforma laboral será la prueba de fuego que determinará si la unidad forjada en el congreso logra sostenerse o, por el contrario, se fractura bajo la presión del conflicto.


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