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Industria estancada: cayó fuerte en junio y los riesgos para las pymes se agudizan

  • Foto del escritor: Ambito Tucumano
    Ambito Tucumano
  • 25 jul
  • 2 Min. de lectura

La actividad industrial se desvanece; en junio cayó 1,2%, y las pymes advierten sobre importaciones, costos desbordados y crédito inaccesible.

La actividad industrial se desvanece; en junio cayó 1,2%, y las pymes advierten sobre importaciones, costos desbordados y crédito inaccesible.

La industria argentina volvió a caer en junio con una baja del 1,2 % en la serie desestacionalizada respecto a mayo y acumuló un descenso trimestral del 0,8 % con relación al primer cuarto del año, según el Índice de Producción Industrial (IPI) de FIEL. Aunque en la comparación interanual se observa un leve repunte, el Observatorio IPA aclara que se trata apenas de un rebote estadístico desde el fuerte derrumbe de 2024, sin reactivación estructural.

Las pymes hacen sonar todas las alarmas: sectores intensivos en empleo como confecciones, calzado, textiles y metalurgia no muestran señales de mejora, mientras que ramas dinámicas como vehículos o maquinaria apenas empujan al conjunto industrial con baja capilaridad. El presidente de IPA, Daniel Rosato, advirtió que “la economía real está sufriendo una crisis más profunda de lo imaginado… algunas fábricas no llegarán a fin de año”.

Los datos del sector pyme recogidos por ENAC son contundentes: en el segundo trimestre, el 19 % despidió empleados y apenas el 14,9 % contrató. Ocho de cada diez empresarios no prevé incorporaciones durante el tercer trimestre de 2025. Además, los costos operativos crecieron un 18,9 %, muy por encima de la inflación del 5,49 %, erosionando márgenes sin posibilidad de trasladar aumentos a precios por la pérdida de poder adquisitivo del consumidor.

El acceso al crédito es otro talón de Aquiles: la reciente volatilidad de las tasas encarece los préstamos productivos, y los bancos prefieren invertir en instrumentos del Estado antes que financiar a pymes con flujo limitado. Según CAMIMA, el sector industrial está “un 2 % por encima del año pasado” en promedio, pero de forma heterogénea: industrias vinculadas a la energía y el agro resisten mejor que aquellas orientadas al mercado interno, cuyo principal problema es la competencia con productos importados más baratos.

Las perspectivas no son alentadoras: más del 70 % de los industriales no espera mejoras en el corto plazo y el Observatorio IPA alerta sobre un posible techo técnico sin impulso interno ni estrategia clara de reindustrialización. FIEL reconoce que “la sostenibilidad de la recuperación muestra un deterioro” y se agotó el efecto positivo por baja base de comparación.

Claves críticas

  • La caída reciente apunta al fin de un rebote provisional y a la persistencia de la fragilidad estructural.

  • Pymes sin financiamiento ni demanda interna, sin políticas de apoyo ni instrumentos financieros accesibles, quedan al borde del colapso productivo.

  • Las importaciones prometidas como alivio disparan la presión sobre las industrias locales, sin un diseño claro de protección o transición.

  • Que el Gobierno celebre un “normalizar el modelo” no cambia que la economía real veta el acceso al crédito y empobrece la base productiva.

Junio mostró que la industria no está en recuperación, sino en declive técnico que amenaza con profundizarse. El panorama de pymes confirma un escenario más crítico que el macroeconómico: sin crédito, sin demanda ni capital humano fortalecido, la reindustrialización está lejos de ser una realidad.

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