Copa Argentina: Atlético venció a Boca y avanzó a octavos de final

Con una táctica impecable y eficacia letal, Atlético Tucumán liquidó 2-1 a un inofensivo Boca y demuestra que su buen presente no es casualidad.

Atlético Tucumán no dejó dudas: con inteligencia táctica y contundencia, derrotó a Boca 2‑1 en Santiago del Estero y avanzó a los octavos de final de la Copa Argentina. La línea de cinco defensores propuesta por Pusineri doblegó a Russo, y el ida y vuelta de Galván fue clave en esa transición que tanto dolió al Xeneize.

El primer tiempo reflejó los méritos del Decano: orden y precisión, mientras que Boca fue un equipo apático, desconectado y sin ideas, aferrado a un esquivo Paredes para tratar de sobrevivir. Russo despertó al final de la primera etapa con un remate de Merentiel y un rebote fallado por Cavani, un síntoma de la fragilidad que acompañó al equipo en el torneo.

En el complemento, Atlético jugó inteligentemente. Primero, Ferreira aprovechó un córner, encontró la pelota boyando en el área chica y definió ante Marchesín para el 1‑0; diez minutos después, Bajamich, ingresado en el inicio del segundo tiempo por Coronel, sentenció el partido en una contra precisa, dejando en evidencia la inoperancia de la defensa xeneise. Cavani descontó al final, casi con el partido terminado, así que fue sólo para las estadísticas.

Boca, con posesión irrelevante (74 %) y apenas dos chances claras, profundizó su crisis deportiva. Russo, abatido, quedó sentado en el banco sin reacción. En cambio, Pusineri celebró un “tucumacazo” merecido y destacó que su equipo jugó como tal.

Ahora, el Decano enfrentará a Newell’s en octavos, con la certeza de que su plan no fue suerte, sino estrategia. Boca, en cambio, acumula fracasos y un presente que exige respuestas urgentes.

Atlético Tucumán jugó con criterio, oficio y eficacia. Mientras el Decano construye su camino con fundamentos, Boca tropieza una y otra vez en su crisis. El data es claro: serán los tucumanos quienes marquen la agenda de la Copa.