Alerta: el vapeo puede causar “pulmón de palomitas” irreversible

Expertos advierten que los vapeadores provocan bronquiolitis obliterante, una enfermedad pulmonar grave y sin cura.

Un artículo en The Conversation firmado por los profesores Donal O’Shea y Gerry McElvane, de la Universidad de Medicina y Ciencias de la Salud de Irlanda, alerta sobre la bronquiolitis obliterante, también llamada “pulmón de palomitas de maíz”, como consecuencia del uso de cigarrillos electrónicos. Esta enfermedad se caracteriza por la inflamación y obstrucción de los bronquiolos, reduciendo severamente la capacidad respiratoria y dejando secuelas permanentes si no se maneja a tiempo.

Diacetilo y otros compuestos tóxicos

Originalmente detectada en trabajadores de fábricas de palomitas por inhalar diacetilo, sustancia usada para dar sabor a mantequilla, la bronquiolitis reaparece hoy en vapeadores que contienen este químico en sus líquidos. Aunque algunas marcas ya lo han retirado, sigue presente en muchas otras, al igual que sus sustitutos —acetoína y 2,3-pentanodiona—, igual de nocivos para el sistema respiratorio. Además, los vapores de e-cigarrillos suelen contener formaldehído y acetaldehído, compuestos volátiles que agravan el daño pulmonar.

Mecanismo de daño y alcance sistémico

Cuando estos químicos son ingeridos, el hígado los metaboliza antes de llegar al torrente sanguíneo, reduciendo su toxicidad. Sin embargo, al inhalarse, actúan directamente sobre los pulmones y pasan rápido al torrente, pudiendo afectar también al corazón y al cerebro en cuestión de minutos. Este mecanismo explica la rapidez y la gravedad de la bronquiolitis obliterante causada por vapeo.

Casos y concientización

El vapeo se popularizó entre adolescentes gracias a la oferta de sabores atractivos. Recientemente, se conoció el caso de una joven en EE.UU. diagnosticada con pulmón de palomitas tras vapear en secreto durante tres años. Para frenar estos incidentes, O’Shea y McElvane proponen aplicar prácticas de seguridad industrial al mercado del vapeo: mayores regulaciones, pruebas estrictas de ingredientes y campañas educativas focalizadas en los jóvenes.