Adiós al último Dorado: Carlos Delfino anunció su retiro del básquet

El último integrante de la Generación Dorada en actividad colgó los botines a los 43 años. Oro en Atenas 2004 y bronce en Beijing 2008, deja un legado imborrable en la Selección y la NBA.

En un anuncio tan discreto como lo fue su carrera, Carlos Delfino puso fin a su trayectoria como jugador de básquet. A los 43 años, el santafesino se convirtió en el último héroe de la Generación Dorada en retirarse, marcando el cierre definitivo de una época dorada para el deporte argentino. La noticia la dio durante una entrevista con el canal DobleDoble, donde compartió pantalla con su exentrenador, Julio Lamas.

"Jugar no juego más", declaró Delfino con la tranquilidad de quien sabe que es el momento correcto. Desde su casa en Italia, explicó que la decisión llegó cuando notó que ya no tenía ganas de entrenar. "Fue un poco una mezcla de cosas y dije, bueno, llegó el momento. Esta vez dije 'estoy bien, estoy entero, puedo elegir yo'", reflexionó el exjugador, quien ahora explora la posibilidad de iniciarse como entrenador.

Su legado con la camiseta albiceleste es monumental. Dueño de un talento ofensivo exquisito y del mejor lanzamiento de la Selección en este siglo, Delfino fue pieza clave en las hazañas más grandes. Con apenas 21 años, contribuyó al oro histórico en Atenas 2004 y cuatro años después fue fundamental para el bronce en Beijing 2008, donde fue el goleador del equipo en el partido decisivo contra Lituania. Su actuación en los cuartos de final contra Grecia, anotando 18 puntos consecutivos en un despliegue ofensivo antológico, quedará grabada en la memoria de todos los aficionados.

A nivel clubes, su carrera fue igualmente destacada. Formado en la Liga Nacional, dio el salto a la NBA tras ser elegido en el draft de 2003. Vistió las camisetas de Detroit Pistons, Toronto Raptors, Milwaukee Bucks y Houston Rockets, dejando jugadas para el recuerdo como una espectacular volcada sobre Kevin Durant. Con 548 partidos disputados, es el cuarto argentino con más presencias en la liga más competitiva del mundo, un testimonio de su calidad y consistencia. Con su retiro, se cierra un capítulo irrepetible del básquet argentino, pero su legado perdurará como inspiración para las futuras generaciones.